EL MÉTODO TABAO / 03 - ROMPECABEZAS NARRATIVO (PARTE II)



EL DESARROLLO Y LA PROGRESIÓN

Esta parte de la historia, conocida también como “nudo”, es la parte con más peso en la narración. Después de que el o los protagonistas enfrentaron el detonante y  comenzaron la búsqueda por satisfacer su necesidad, el objetivo del autor es colocar obstáculos que le impidan concretarla y por ende, aumentar la tensión y el conflicto.

¿Por qué digo que es esta la parte con más peso? Porque el nudo o desarrollo de la historia determinará la duración de la historieta, la evolución de los personajes, y la progresión de los mismos para alcanzar su meta.

Crear obstáculos requiere de ciertos cuidados para resultar en una historia interesante. Debemos tener en cuenta que al ser esta la parte de la historia que marca el paso del tiempo, la duración de cada obstáculo no debe ser ni muy lenta ni muy rápida, sino NECESARIA, cada acción debe tener un fundamento o de lo contrario complicará la progresión de la historia y desorientará al lector.

Aumentar la tensión en el relato es fundamental. Si por ejemplo trabajamos en una serie de publicación quincenal o mensual, en cada entrega debemos intensificar el conflicto principal obligadamente o sino el lector olvidará la interrogante principal a medida que pase el tiempo y la historia dejará de tener sentido. Es importante entonces, REFORZAR la necesidad/interrogante del protagonista para mantener “atrapado” al lector.


EL TIEMPO ES TIRANO

En la historieta el tiempo es un factor fundamental, es a través de este, que el lector va mentalmente armando un ROMPECABEZAS NARRATIVO que le permite empezar, continuar y terminar la lectura del relato.

Nuestra concepción de narración en la historieta está íntimamente ligada a la elipsis. Como mencioné en el post anterior de El Método Tabao, la elipsis es una omisión de transiciones. Nosotros como narradores le debemos prestar una cuidada atención en este paso de la estructura de una historia porque la elipsis genera tensiones a ser resueltas y refuerza la continuidad de una historieta.

Entonces, a partir de la elipsis hay dos elementos que debemos tomar muy en cuenta a la hora de construir el desarrollo de nuestra historia, porque reitero, todo obstáculo debe estar en mayor o menor medida fundamentado y debe tener una derivación de la interrogante principal.

SUCESIÓN

Entre una y otra acción o escena en el relato debe existir cierta correlatividad, entiéndase esta como un elemento en común que contribuya en cuanto a información  y a continuidad en la historia. Si entre una viñeta y otra pasaron setenta años, deben estar justificados. El lector debe creer que esos setenta años que omitimos no son necesarios en el relato y que la historia puede continuar desde aquí hasta concretar el final.

Es el lector quien construye la historia, no forcemos su cerebro a encajar piezas desiguales; quizá entre un suceso y otro ocurran cosas que no tengan una correlatividad directa y que recién pueda comprender en su totalidad más adelante en la narración, nuestro deber es dejarle pistas, insinuaciones para que él logre finalmente armar el rompecabezas.

DURACIÓN

¿Cuántas viñetas durará cada acción? ¿Cuántas acciones caben por página? ¿Cuánto duran los intervalos?

El máximo ideal de acciones por página es de 9; esta no es una regla general ni mucho menos, pero sucede que al haber más de 9 acciones por página el lector tiene puede llegar a tener la sensación de confusión que se produce al haber muchas situaciones en simultáneo, piensa en la página cómo un todo, con 9 situaciones en una sola bastará ¿verdad? El número de situaciones no es correlativo al número de viñetas, puede haber más, pero eso ralentizará al relato.


PUNTOS SEGUIDOS Y APARTES

Sobre el Ritmo me referiré más adelante, pero lo importante en este paso es que sepamos estructurar el relato a la vez de la página. Un método que utilizo para orientarme es el de los puntos seguidos y apartes ¿En qué consisten?

Pensemos en la historieta como en un texto, en este caso, como en un relato. Cada página sería un párrafo y cada viñeta una oración. Cada elipsis entonces, sería en punto que cierra la oración o párrafo. Cada acción entonces llevaría un total de 2 o 3 viñetas.

En mi caso particular tengo una tendencia a utilizar un formato de página de 9 viñetas porque me gusta su composición y su ritmo; si ubico una acción trato de que dure en múltiplos de 3 (3, 6 o 9 viñetas) para que la página esté ordenada y cada acción esté identificada al instante y en este caso la elipsis sirva como punto seguido y pueda comenzar una nueva acción. Al finalizar cada página trato de que cada página englobe un tema o una escena general en común, de esta manera la elipsis entre una y otra página sirve como un punto y aparte entre escena y escena. Este orden me ayuda a componer largas situaciones en un espacio chico y en una cantidad mínima de páginas (en el caso de la historieta de CULIAU! son 15) El punto y aparte también es la última viñeta y por ende la más importante, porque es la que invita a continuar la lectura, así que lo mejor es siempre colocar allí todo el suspenso para que el lector pase a la siguiente página entusiasmado.

Pero por ejemplo si quisiera trabajar una pelea titánica, usaría más páginas para contar esa sola acción y ubicaría los puntos seguidos (por ejemplo un personaje deja moribundo en el suelo a otro) al final de cada página y el punto aparte (el final de la pelea) también al final de la última página. De esta manera la cantidad de páginas que demoró esa pelea están fácilmente reconocibles y el lector determina su duración al instante.



CRISIS

Podríamos decir que el desarrollo tiene dos partes, la primera, es la progresión o sucesión de obstáculos que como ya especifiqué determina la duración de una serie o novela gráfica; la segunda parte es otro punto de giro que llevará al relato a su inminente final, a esa parte la llamaremos crisis.

La crisis como todo punto de giro pondrá en duda todo lo que el protagonista construyó hasta ahora, pero de forma definitiva. Hasta ahora, el protagonista había enfrentado obstáculos y ha elaborado pequeñas soluciones para satisfacer su necesidad hasta agotar todo; la crisis es el punto máximo obligatorio en la historia, es el momento de la verdad, el momento que el lector esperaba desde el detonante de la historia: el personaje se enfrentará a todas las fuerzas finales antagonistas que suponen un obstáculo en su búsqueda por consumir su deseo y las acciones de este evento serán épicas, no hay vuelta atrás.



LA RESOLUCIÓN

La última parte (o tercer acto) del relato es la resolución y significa que es hora de responder de una vez por toda la interrogante planteada al inicio, de completar la historia. Todos los obstáculos del desarrollo son menores al llegar a este punto, el final es EL FINAL, todo lo que pasó fue a la espera de este momento.


CLÍMAX

El clímax del relato es la ACCIÓN desencadenada por el protagonista al enfrentar definitivamente las fuerzas antagonistas. La intensidad del conflicto ha ido en aumento desde el detonante, el clímax implica el enfrentamiento final, el último intento del protagonista para conseguir satisfacer su necesidad.

El clímax implica SIGNIFICADO, implica EMOCIÓN. En esta parte de la historia se debate todo lo que sucedió hasta ahora, los valores cambian totalmente y quedan rezagados a esta última acción que determinará en un evento irreversible tanto bueno como malo para el protagonista; la resolución de su necesidad.



EL FINAL

Una vez resuelto el interrogante principal, el final nos mostrará que sucedió luego del clímax. El final puede ser de varias formas en la historieta y por lo general deja siempre las puertas abiertas a una nueva historia, una historia que quizá nunca se haga y que sólo sucede en la cabeza del lector, puesto que nuestra historia terminó aquí.


ATAR CABOS

En el final tenemos que mostrar los efectos que produzco el enfrentamiento final del protagonista en su entorno, que derivaciones tuvo, cómo alteró las vidas de otros personajes o cómo cambió el equilibrio de su universo si así lo demande la historia. Si la historia del personaje no produzco nada de ningún interés dentro de su universo no es necesario, en todo caso es inútil.

Las consecuencias del clímax se muestran en el final, pero también podemos (debemos en todo caso) cerrar también todas aquellas interrogantes secundarias que quedaron de lado por no ser tan importantes, tómalo como un epílogo; al final todo queda resuelto. Atar cabos entonces es dotar a la historia de un final CERRADO, que deja muy poco espacio a la imaginación del lector y que cierra por definitivo toda la historia para siempre.

PERO…


¿Qué sucede si quedaron muchas (pequeñas) incógnitas al final de la historia o si el clímax resolvió la interrogante pero generó una nueva? Ahí estamos hablando de un final ABIERTO, un final que demanda una inevitable continuación o implica la resolución de un nuevo tema en la imaginación del lector.


¡Hagan Historietas!

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